Croquetas de Patata y Bacalao

1. Ponemos a remojar el bacalao desde la noche anterior para desalarlo. Habremos de cambiarle el agua al menos dos veces.
Escurrimos en un colador, enjuagamos y lo ponemos en una cazuela con agua limpia, al fuego.
Cuando comienza a hervir el agua, retiramos y dejamos enfriar en la cazuela, quitamos espinas y desmigamos.

2. Pelamos y cortamos en trozos grandes las patatas y las ponemos a cocer en agua hirviendo con un poco de sal. Ya cocidas, las escurrimos bien y las prensamos.

3. Molemos el bacalao junto con la nata hasta lograr una pasta fina pero espesa, si fuera necesario agregamos un poco más de leche.

4. Picamos finamente el ajo y lo freímos en un poco aceite de oliva.

5. Juntamos la masa del bacalao, el puré de patata y el ajo con el aceite en que lo freímos. Rectificamos sal.

6. Vaciamos a un recipiente y cubrimos con papel film. Este debe tocar la masa para que no se forme una costra dura en la superficie. Se refrigera al menos 3 horas.

7. Ya que esté fría, tomamos con una cuchara porciones de pasta y con ayuda de las manos y un poco de harina vamos formando croquetas rectangulares.
Después las pasamos por huevo batido y por pan rallado.

8. Ponemos abundante aceite a calentar, las croquetas deben flotar en él.
Cuando esté muy caliente introducimos unas pocas, ya que estén doradas retiramos con una espumadera y freímos otras más, de poco en poco.

9. Vamos colocando sobre un plato cubierto con papel de cocina para que escurran el aceite.

10. Pasamos a una fuente y servimos bien calientes, solas o con una salsa de tomate o salsa alioli.

SUGERENCIAS:
Las croquetas deben freírse en pequeñas cantidades para que la temperatura del aceite se mantenga constante; si se enfría, las croquetas quedan grasosas, blandengues y muy probablemente se romperán.