
- Raciones: 12
- Tiempo de preparación: 15 minutes
- Tiempo de cocción: 50 minutes
Jericallas
Las Jericallas son un postre típico mexicano muy sabroso, “medio flan y medio natilla” pero con más cuerpo y con una corteza dorada y churruscadita que le da ese toque tan especial y diferente.
Se dice que fueron creadas en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, por allá del año 1800, pero ya aparecían en otro recetario monacal cien años antes, con otro nombre. Sea cual sea su origen, la receta es tan buena que a perdurado en el tiempo y es una de mis preferidas.
Ingredientes
- Leche entera - 1 litro
- Huevo - 1 pieza
- Yemas de huevo - 5
- Azúcar - 1 taza
- Canela en rama - 1/2 raja
- Extracto de vainilla - 1/2 cucharadita
Instrucciones
Ponemos a hervir la leche con azúcar, canela y vainilla. Movemos constantemente para que no se pegue.
Al primer hervor dejamos unos 5 minutos para que el azúcar se disuelva bien. Retiramos del fuego, desechamos la rama de canela y dejamos que pierda calor.
En un cuenco pequeño batimos ligeramente las yemas y el huevo entero.
Añadimos a esta mezcla unas tres o cuatro cucharadas de la leche reservada y revolvemos, repetimos otra vez la misma operación (este paso es para que al juntar todo no formen grumos). Ahora vaciamos toda la mezcla sobre la leche (que ya habrá entibiado) sin dejar de revolver. Debemos cuidar que la leche no esté caliente porque podría cuajar el huevo.
Ya que esté bien mezclado, pasamos por un colador para retirar restos de huevo que hayan podido quedar y vaciamos en moldes individuales.
Colocamos los moldes dentro de una bandeja para cocerlas al baño María, añadimos agua hirviendo a borbotones cuidando de cubrir solamente una cuarta parte de los moldes.
Horneamos a 200 ºC aproximadamente una hora o hasta que cuajen y se vean firmes. Verificamos con un palillo como en los bizcochos, pinchamos el centro y este debe de salir limpio. Seguimos horneamos hasta que dore la superficie.
Aunque en la receta original se deben dejar en el horno hasta que toda la superficie esté totalmente quemada, yo las prefiero solo doradas, con la corteza firme.
Sacamos del horno y ponemos en la bandeja bastantes hielos para que se corte la cocción y empiecen a enfriar.
Ya frías, metemos a la nevera. Servimos después de 3 horas como mínimo, de preferencia de un día para otro.