- Raciones: 2 a 3
- Tiempo de preparación: 15 minutes
Carpaccio de Calabacín
Pocas cosas tan sabrosas como el calabacín crudo. Toda la vida comiéndolo guisado, horneado o frito, nunca se me había ocurrido comerlo crudo hasta que me sirvieron un carpaccio de calabacín en un restaurante y se ha vuelto uno de mis platos preferidos. Se convertirá en la estrella de este verano.
Ingredientes
- Calabacín - Uno grande
- Queso parmesano - Al gusto
- Piñones - Un puñado
- Rúcula - Al gusto
- Queso Parmesano - Al gusto (laminado)
- Aceite de Oliva - Para aderezar
- Vinagre de Modena - Para aderezar
- Limón y sal - Para aderezar
Instrucciones
- Preparamos una vinagreta con aceite de oliva, vinagre de módena, limón y sal. Si te gusta la pimienta o alguna otra hierba, adelante, adereza a tu gusto.
- Laminamos el calabacín lo más fin o posible, si tenemos una mandolina quedará mejor y lo haremos más rápido. Mientras más fino es más sabroso.
- Colocamos en un bol grande las rodajas de calabacín y con cuidado mezclamos la vinagreta. Dejamos marinar un rato.
- Mientras tanto ponemos en una sartén a fuego medio los piñones para que cojan color, sin dorar porque amargan. No necesita grasa, el piñón ya tiene suficiente. Apartamos y dejamos enfriar.
- Con las manos bien limpias vamos acomodando el calabacín en espiral, terminando en el centro.
- Decoramos con hojas de rúcula, no demasiadas porque se llevarían el protagonismo, solamente son acompañantes.
- Esparcimos los piñones y las escamas de queso parmesano que cortaremos con un pelapapas o bien lo compramos ya en escamas o lascas. Ojo, es importante que no pongamos el queso rallado, se hace un revoltijo desagradable con el aderezo.
- Y ¡ A comer se ha dicho!, te va a encantar.
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